Cuando yo nací, ya hacía unos años que mi familia vivía en la casa del Monte. Fué una vivienda que le facilitaron a mi padre los Patronos del Monte de Piedad del Sr. Medina y Corella y Caja de Ahorros de Córdoba , con motivo del ascenso que obtuvo al ser nombrado Jefe de Contabilidad y del Personal de la Entidad . Se trataba de un edificio robusto del siglo 18 construido con el objeto de almacenar todo tipo de cereales, como granos de trigo, cebada, y otros granos secos, que se admitían como garantía de los préstamos que la entidad cedía a los agricultores de la comarca . Por tanto, el edificio estaba construido con una estructura, lo suficientemente fuerte como para poder resistir los empujes tanto verticales, por su peso , como horizontales debido a los empujes que, el grano almacenado en sus habitáculos, pudiera producir.
De ahí que, sus techos , como suelos de los pisos altos, tuvieran que tener aquellas formas abovedadas y sus tabiques aquellas dimenciones de verdaderos muros de contención que pudieran resistir los esfuerzos de los granos almacenados.
Fachada de la casa del Monte en que se vé señalada con una flecha la habitación en que nací.
Mi padre aceptó el ofrecimiento de sus Patronos y puso en marcha la reforna de parte del edificio del Monte, para convertirla en una vivienda familiar. Con la dirección del arquitecto y aparejador se llevó a cabo la transformación de aquel trozo de edificio, en lo que se pretendía .
De todas formas, resultó una vivienda muy particular, con pasillos de 35 metros de longitud, 3,5 metros de ancho y 4,4 metros de alto, con techos de bóveda, y puertas en pasillos que abrían para fuera, con escaleras ciegas que se usaban como despensas de elementos alimenticios y muebles en des-uso, por lo grande que era la escalera, y así casi toda la casa, con habitaciones grandísimas y ventanales que daban a otros grandes patios del piso inferior, así como un balcón -cierre que daba al cuarto de estar . Este balcón y el ventanal que daba luz al pasillo general de la casa, daban a la calle Manrriquez, donde estaba la puerta principal de la oficina sucursal de la judería, del Monte de Piedad. Justo a la mitad del pasillo central de la casa se encontraba otro gran ventanal con cierre doble de cristales y descansillo que daba al patio central de la oficina donde el personal que asistía a la entidad permanecía hasta ser atendidos. La vivienda del Monte que adjudicaron a D. Paulino resultó con doce habitaciones, dos grandes pasillos, una cocina , un servicio de lavandería y otro de sanitario, todo ello para reunir a diez personas que formaba la familia de mis padres. Había habitaciones para todos y para jugar, estudiar y hasta una para que mi hermano Paulino tuviera su taller de radio. Cuando yo iba a casa de algún amigo y veía sus viviendas quedaba como asustado por ver aquellos techos planos y aquellas habitaciones de dimensiones normales comparadas con las nuestras.
Esa fué la casa en donde yo nací. Y a los ocho años nació ni hermano Rafael. Ese día en casa cumplimos lo que entonces se clasificaba como familia numerosa. Mi hermano mayor Cristóbal tenia 17 años, Paulino, el segundo, 16 años, mi tercer hermano Agustín tenía 13 años, y el cuarto hijo que era yo, Fernando cumpliría en Mayo de ese año 1.940, los ocho años de edad. Pero en aquella casa sólo habíamos nacido Rafael y yo. Mis otros tres hermanos nacieron en la anterior vivienda de San Pedro Alcántara, en el norte de Córdoba .
En aquel entonces vivían con nosotros mis tíos: Cándido, (que le llamábamos tito Nene), Fernando (tio Lolo) y tía Carmen . Los dos primeros eran sacerdotes y tía Carmen era soltera y siempre se cuidó
de asistir a sus hermanos, que también lo eran de mi padre.
En aquella casa había sitio para toda la familia. Tito Nene era Organista de la Catedral de Málaga y un gran pianista, tio Lolo un beneficiado de la Catedral de Córdoba, como Sochantre y tenía una muy potente voz como barítono bajo. Los tres, tanto mi padre como ellos, recibieron conocimientos de música de su padre Cristóbal Rodríguez Ferrer , junto a su hermano Francisco de Paula que quedó en Motril ciudad natal de todos ellos, Todos se dedicaron a la música excepto mi padre que terminó siendo Interventor General del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba
Cuando a los 72 años de edad, mi padre se jubiló tuvo que dejar la casa del Monte en que habían vivido durante 25 años y adquirir otra vivienda para pasar sus años de jubilación. Aquella casa que había sido nuestro hogar, se convertiría, a partir de entonces en una cita para los cordobeses y los amantes de la cultura y las Bellas Artes, ya que el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba cedió a la Diputación Provincial cordobesa todo el Edificio para que se usara como Exposición de manifestaciones de Bellas Artes, Entonces sí, se hicieron reformas que dieron al Edificio categoría de primer orden y se removieron suelos y muros, escaleras y se revistieron de mármoles galerías y pasillos con famosos cuadros de pintores, y famosos esculturas de escultores de todos los tiempos.
Cuando me acuerdo de la casa del Monte.. .SÓLO PIENSO EN LO FELIZ QUE FUÍ ALLI , y sin embargo, ahora CUÁNTO ME GUSTARÍA VOLVER A VERLA....
HOGAR FAMILIAR¡CUANTO ME ACUERDO DE TÍ¡
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