Mi tío Cándido era capellán de las Monjas de las Adoratrices del Santísimo Sagramento en Málaga cuando en el año 1.937 , los nacionales recuperaron la ciudad y mi tío, que se hallaba en Códoba, volvió a su capellanía y sus otras obligaciones malagueñas. En plena Guerra Civil, Córdoba se mantuvo siempre con los nacionales y mis tíos curas, Cándido y Fernando vivían en casa de su hermano Paulino, con todos nosotros. Cuando tío Cándido volvió a Málaga, nos fuimos con él, tía Carmen y yo. Mis padres se quedaron en Córdoba con tío Fernando y mi tres hermanos mayores y a mí me llevaron a Málaga con ellos ; tía Carmen era muy cariñosa conmigo y me quería mucho. Yo tenía cinco años entonces.
Como capellán del Convento de las Adoratrices mi tío tenia una casita de dos plantas , adosada al Convento, en donde nos instalamos. Mi tío era organista de la Catedral de Málaga, capellan de las Adoratrices y profesor de música del Colegio de los Jesuitas del Palo en Málaga. Así es, que todos los días tenía que realizar sus distintos trabajos, trasladándose en tranvía , de un lado a otro. Mientras que tía Carmen se quedaba en casa preparando la comida y haciendo las labores propias del ama de casa. A mí me habían destinado una profesora para que diariamente me diera clases de lectura y escritura, como de cuentas . Y así fuimos pasando los días, hasta que llegó Navidad .
Antes, mi tío organizó unas charlas para chicos y chicas que estaban en edad de recibir su primera Comunión , entre las familias del barrio del Cristo de la Epidemia, que era donde estaba el Convento
y me apuntó a que asistiera a aquellas charlas. Y yo asistí con entusiasmo, pues con la palabra de tío Cándido y su verbo cálido y para mí todo aquello que decía me sonaba a cosas celestiales, fuí aprediendo mucho de lo divino más que de lo humano. Y cuando quise acordar ya estábamos proximos a la fecha señalada pera que lo niños hicieran sus primeras comuniones. Pero tío Cándido me habia dicho que a mí no se me preparaba para tomar la Comunión, sino que asistía a las charlas pera que fuera aprendiendo los principios divinos a cerca de la Eucaristía. Como he dicho yo sólo tenía cinco años y lo normal en aquella época era recibir la Comunión, pasados los siete años . Pero en mí había un "si Señor"... que nunca me dejó tranquilo. Por otro lado tía Carmen me llevaba a Misa del Convento, que decía tío Cándido, todos los días a las ocho y media de la mañana y luego cuando llegábamos a casa desayunábamos los tres juntos. Luego D.Cándido se iba en tranvía a sus oblligaciones, y tía Carmen y yo nos quedábamos haciendo nuestras cosas.
Llegó el día 24 de diciembre y a las ocho y media de la mañana , como todos días, tía Carmen y yo nos fuimos a Misa al Convento, ubicándonos como siempre en los bancos dedicados a la feligresía del barrio y allí comenzamos a asistir a (en aquellos tiempos se decía "a oir ") la Santa Misa. Pasó el Introito, siguió la Epístola, continuó el Evangelio, y cuando empezó el Ofertorio, tía Carmen me cogió con su mano la mía, mirándome con con ternura, siguió la Misa y nos arrodillamos cuando se acercaba el momento de alzar la Sagrada Forma, y luego el Cáliz . Arrodillado yo pensaba en todos los preceptos que habian entrado en mi corazon , con las charlas de mi tío , y me encontraba muy feliz de esperar lo que esperaba.. Pasó el rezo del padrenuestro , y cuando las monjitas del convento , que se hallaban situadas en los primeros bancos, se levantaron y se pusieron en fila para recibir la Eucaristía, el corazon me dió un vuuelco y el alma mía se llenó de alegría silenciosa. Todos los demás fieles del barrio que tenían pensamiento de comulgar, se dispusieron a hacerlo poniéndose en fila detrás de las monjitas. Tía Carmen se levantó de mi lado y se incorporó a la fila. Yo me quedé como solo en el banco mientras oía , cada vez más acelerado , mi ritmo cardiaco. Me sobrepuse y me levanté, acudiendo al final de la fila, y durante unos momentos una muchacha , conocida de mis tíos, quiso detener mi avance en la fila, cogiéndome la capela azul marino que llevaba puesta, diciéndome algo que no entendí ; pero desabrochándome el broche de la capeta se quedó con la prenda en la mano . Quedaban unos pocos metros para llegar al reclinatorio y recibir la comunión. Ahora no puedo saber qué me pasó por la cabeza para llegar a aquella situación que a mí me hacía tan feliz.. Y al fin llegué. Me arrodillé con las manos juntas y me atreví, después de un ratito, mirar para arriba y al verme cara a cara con mi tío Cándido me tranquilicé. Jamás se me olvidará aquel momento, en que mi tío, con sus ornamentos de Misa, y con la Hostia Santa en la mano derecha en alto, a la par que me miraba con algo de sorpresa, recitaba, en latín, la jaculatoria eucarística de CORPUS DOMINI NOSTRI JESU CHRISTI CUSTODIAT ANIMAM MEAM IN VITAM ETÉRNAM . AMEM. Creo que se lo pensó y al final su decisión fué darme la Comunión . Toda la comunidad de monjas de la Adoratrices reaccionaron como una sola persona felicitándome y exclamando ¡santico, santicoo¡ La Superiora , en acabada la Misa, habló con mi tío y le propuso hacer una Segunda Comunión en próxima Misa del Gallo que se celebraría esa misma noche, Para ello me buscaron un traje blanco de celebraciones especiales para monaguillos y de esta forma , dijo la Superiora, lo vestiremos de Papa. Y así fué, en la Misa del Gallo el sobrino de don Cándido, capellán del convento de las Adoratrices de Málaga, celebró su Segunda Comunió, vestido con ropa de Papa.
Pasaron los días, pasaron los años y hoy con setenta y ocho cumplidos cuando recuerdo todo aquello, no puedo por menos, rezarle a ese tío mío, que Dios lo tenga en su gloria, por aquella PRIMERA COMUNIÓN que me dió a mis cinco años. También rezo por la Madre Superiora que faclitó mi SEGUNDA COMUNIÓN con vestimenta de Papa
Hola, Fernando!!!
ResponderEliminarHe visto la página en el bloc de Jorge. Luego leeré el resto, pero vaya, que he leído esta entrada y he pensado... madre mía que memoria tan prodigiosa tiene este hombre!!! qué capacidad para recordar detalles!!! Mi padre también la tenía. Yo no. Porque pensando en mi comunión, recuerdo poco más, que ir vestida de novia en miniatura como las demás niñas, y de estar rodeada por una legión de marineros, también en miniatura (entre ellos Jorge, jaja). Ays...
Muy chula tu página, oye!! La anoto también para leerla cuando escribas más cosas.
Y ya que estoy te dejo una canción muy chula, a ver si te gusta (es un tango-habanera o algo así, leí). Es que acabo de descubrir a la cantante, no sé si la conocerás, pero qué voz! Haz click con el ratón del ordenador sobre estas letras azules y a ver qué tal.
Besotes.
Vero.
*fe de erratas: letras azules no, letras rojas.
ResponderEliminarMás besotes.
vero me ha encantado el video que me has adjuntado con tu comentario.
ResponderEliminarPara que yo te pueda adjuntar más videos o fotografías dime por favor como lo has adjuntado que yo no se como hacerlo.
Muchos recuerdos y muchos besos
LOLO FERNAN